Cómo afrontar la ‘betaespera’
Publicado el 13/09/2021
La betaespera es seguramente uno de los momentos de mayor tensión emocional que tiene que afrontar una pareja durante un tratamiento de reproducción asistida. Se llama coloquialmente betaespera al período de tiempo que transcurre entre la transferencia embrionaria o inseminación artificial y la prueba de embarazo, normalmente unos 15 días.
Durante la betaespera es absolutamente normal sentir reacciones emocionales directamente ligadas a la ansiedad. Se trata de un periodo de tiempo en el que prima la incertidumbre, uno de los estados que mayor ansiedad generan ante la imposibilidad de obtener una respuesta inmediata y ante la ausencia de control.
Aunque este grado de ansiedad puede variar mucho entre unas y otras parejas, te ofrecemos algunos consejos que te pueden ayudar durante estos días.
La betaespera, ¿cómo se puede hacer más llevadera?
-
Trata de dejar paso a las emociones sin evitarlas, ya que esto podría hacer que tuvieran más peso y frecuencia. Habla de ello con tu pareja o con alguien de confianza que conozca la situación. Se trata de dejar un espacio a las emociones, sin buscar una respuesta al tratamiento, ya que esto alimentaría la ansiedad sobre el resultado final.
-
Comunícate también con personas que desconozcan que estás en tratamiento, a fin de centrar la atención en otros aspectos cotidianos y reducir el tiempo que pasas pensando en la beta.
-
Centrar tu atención en la tarea que se estés realizando en cada momento. Se trata de mantener la mente ocupada.
-
Normaliza la rutina en la medida de lo posible, sin abandonar las tareas cotidianas, trabajo, ocio, etc., para poder tener cubiertos los diferentes aspectos que conforman tu vida y así poder incidir en situaciones en las que sí tienes control.
-
Dedica un “tiempo basura” a abordar los pensamientos a lo largo del día, es decir, establece con tu pareja o alguien de confianza un tiempo al día (por ejemplo 20 minutos o media hora) para hablar de los pensamientos sobre el tratamiento surgidos a lo largo del día.
Así, cuando estos aparezcan en momentos inesperados, los delegaremos a ese periodo para poder continuar centrados en nuestras tareas. Saber que tenemos un tiempo que nosotros estipulamos, ayuda a aumentar nuestra sensación de control sobre la situación y por tanto reduce los pensamientos recurrentes y generadores de malestar a lo largo del día.
-
Realiza ejercicios de relajación o respiración para conseguir una desactivación fisiológica generada por la ansiedad. Estos ejercicios ayudan a mejorar nuestra capacidad de concentración (y por tanto reducir pensamientos negativos intrusivos) y desactivar el cuerpo (aceleración del pulso cardiaco, hiperventilación, tensión muscular, sudoración o rubor facial, etc.).
-
No «hipervigiles» tu cuerpo. El transcurso del tratamiento y de los necesarios controles durante ciclo, hacen en cierta medida inevitable estar centrada en ello. Y es difícil dejar de estarlo en la betaespera ya que tendemos a “hipervigilar” nuestro cuerpo para obtener una respuesta. Es importante identificar los momentos en los que estamos prestando más atención a las respuestas fisiológicas (por ejemplo, acudir al baño más a menudo de lo normal) para sustituirlos por actividades incompatibles con esta vigilancia.
Descubre qué hacer y no hacer durante la betaespera
La betaespera en pareja
Es importante recordar que no todos interpretamos una misma situación de la misma manera y que, por lo tanto, es bueno respetar las diferentes maneras de sentir con respecto a la betaespera. A pesar de las diferencias que puedan surgir, siempre es fundamental el apoyo y la comprensión por parte del otro.
¡Pero cuidado! La pareja no debe sentirse responsable de reducir el malestar del otro, ya que esto puede llevar a intentar darle respuestas a una situación que en estos días no la tiene, o a intentar que la persona se sienta mejor de un momento para otro… Algo que puede llegar a ser frustrante, ya que en estos momentos lo más importante es escucharse y respetar la manera de sentir de cada uno.
Es muy recomendable llevar a cabo actividades de ocio y compartir experiencias cotidianas placenteras con la pareja, para no convertir el tratamiento en el eje de la relación.
Cuando la ansiedad es más fuerte
La betaespera en sí misma no necesariamente requiere ayuda psicológica profesional. Pero si a pesar de estos consejos sientes que la situación te desborda, no dudes en pedirla.
El hecho de identificar el malestar ya es un paso para reducirlo, y la ayuda psicológica está orientada en esta dirección, mostrando de qué recursos dispone la persona para aumentar su bienestar de la manera más rápida posible, y aplicando pautas personalizadas.