La reproducción en el hombre: anatomía, eyaculado y espermatozoides
Publicado el 13/09/2021
El aparato reproductor masculino
La uretra es el conducto por el que discurre la orina desde la vejiga urinaria hasta el exterior del cuerpo durante la micción y también cumple una función reproductiva en el hombre al permitir el paso del semen desde las vesículas seminales que abocan a la próstata hasta el exterior. Te explicamos también cómo se lleva a cabo la producción de espermatozoides.
La próstata es un órgano glandular del aparato genitourinario con forma de castaña, debajo y a la salida de la vejiga urinaria. Contiene células que producen parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen.
Los conductos eyaculatorios comienzan al final de los vasos deferentes y terminan en la uretra. Durante la eyaculación, el semen pasa a través de estos conductos y es posteriormente expulsado del cuerpo a través del pene.
Las vesículas seminales secretan un líquido alcalino viscoso que neutraliza el ambiente ácido de la uretra.
Los vasos o conductos deferentes son un par de tubos musculares rodeados de músculo liso, cada uno de 30 cm aproximadamente, que conectan el epidídimo (donde el esperma se almacena) con el tracto urinario (a través del cual se expulsa el esperma).
Si bien el tracto urinario también elimina orina, hay una válvula que regula el flujo del semen y el de la orina. Durante la eyaculación, los espermatozoides fluyen fuera de los testículos a través del vaso deferente y dentro del tracto urinario. A medida que el semen sale del cuerpo a través de la uretra, la próstata y otras glándulas agregan fluidos seminales.
El epidídimo es un conducto largo, angosto con forma de espiral situado en la parte posterior superior del testículo; conecta los conductos deferentes al reverso de cada testículo.
Tiene aproximadamente 5 cm de longitud por 12 mm de ancho y desenrollado, el epidídimo mediría aproximadamente seis metros de largo. Es aquí donde los espermatozoides pasan por su desarrollo final y maduración y se almacenan hasta que están disponibles para la eyaculación. Desde el epidídimo, los espermatozoides continúan hasta el vaso deferente, o cordón espermático.
Los testículos (testes) normalmente de cuatro a cinco centímetros de largo cada uno, se encuentran en el escroto (una estructura de músculos con varias capas que protegen los testículos y que colaboran con la regulación de la temperatura).
Los testículos poseen dos funciones muy importantes, ambas esenciales para la fertilidad normal del hombre: La primera es la producción de la hormona masculina, testosterona, y la segunda la producción de espermatozoides. El desarrollo de los espermatozoides comienza en los testículos. Desde allí se traslada hasta el epidídimo donde madura y se almacena (hasta que ocurre una eyaculación).
Conoce más sobre el proceso de reproducción
El eyaculado y los espermatozoides
El eyaculado es la expulsión o emisión de semen, que es un líquido viscoso y blanquecino que es expulsado a través del pene.
El semen está compuesto por:
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Plasma seminal
Este se forma por el aporte de los testículos, el epidídimo, las vesículas seminales, la próstata, las glándulas de Cowper, las glándulas de Littre y los vasos deferentes.
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Espermatozoides
Millones de ellos. Constituyen el gameto masculino y son de tamaño microscópico (unas 60 micras).
Los espermatozoides, a su vez, están compuestos de dos partes:
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Cabeza
Contiene el material genético que condicionará las características del nuevo ser que se produzca y contiene en su parte delantera el acrosoma que es un corpúsculo de gran importancia en el momento de la fecundación.
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Cuello, pieza intermedia y cola
Son las responsables del desplazamiento del espermatozoide.
Tanto la cantidad como la calidad de los espermatozoides son decisivas para determinar las posibilidades de fecundación.
La producción de espermatozoides
La producción de espermatozoides (denominado espermatogénesis) es un proceso complicado que comienza en la pubertad (12-14 años) y continúa, en un hombre sano, hasta su muerte.
La glándula pituitaria en el cerebro es la encarga de producir y dosificar las hormonas que controlan la secuencia de acontecimientos que conducen a la producción de espermatozoides. Las dos hormonas que regulan este proceso son:
- La hormona foliculoestimulante (en adelante FSH)
- La hormona luteinizante (en adelante LH)
La LH activa la producción de testosterona (una hormona requerida para la producción de esperma), mientras que la FSH también activa hormonas que ayudan en la producción del esperma. Además de la producción espermática, la testosterona también es responsable de la virilidad, el crecimiento del vello masculino y del desarrollo muscular.
Desde el principio hasta el fin, la producción de espermatozoides conlleva alrededor de 72 días. Los espermatozoides pasan los primeros 50 días en los testículos y los últimos 22 a 24 en el epidídimo. En el epidídimo el esperma madura y adquiere motilidad (la capacidad de moverse).
Durante la actividad sexual, el semen es eyaculado dentro del tracto reproductor femenino a través de la vagina y los espermatozoides comienzan su recorrido (de aproximadamente 12 cm) a través del cuello uterino y el útero hasta los trompas de falopio que es el lugar donde tendrá lugar la fertilización.
En el recorrido hay muchas cavidades, pliegues etc., que pueden impedir que muchos de los espermatozoides alcancen su destino final. Es por esta razón que se necesitan tantos espermatozoides para el proceso de fertilización. Descubre las etapas del proceso reproductivo.
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