Importancia de la ecografía de alta resolución en fertilidad
Publicado el 14/04/2022
Al hacer una ecografía, en una mujer en edad fértil, se puede considerar su pronóstico reproductivo siendo muy útil para valorar la reserva ovárica que tiene una paciente a través de un recuento de folículos antrales, dar un consejo al respecto y servir de cribado de problemas que puedan surgir en un futuro.
La ecografía en la mujer que acude a la consulta de infertilidad constituye un arma de ayuda imprescindible tanto en el cribado de patología pélvica como en el diagnóstico concreto de alteraciones, en la predicción de éxito de las técnicas de reproducción asistida (TRA), en el control y seguimiento de los tratamientos aplicados, en la realización de los tratamientos, en el cribado de las complicaciones relacionadas con el tratamiento y en la confirmación de la gestación precoz conseguida confirmando su correcta implantación y evolución. Además, hay que tener presente que la consulta de infertilidad acuden cada vez más mujeres de mayor edad, aumentando así la probabilidad de encontrar patología asociada como, por ejemplo, miomas o adenomiosis.
¿Qué tipo de ecografía necesito?
La vía de abordaje fundamental será la ecografía transvaginal. Sin embargo, se puede iniciar la exploración ecográfica por vía abdominal con el fin de tener una visión global de la pelvis, siendo un complemento muy útil especialmente en los casos de úteros polimiomatosos de gran tamaño.
La tecnología aplicada de cribado inicial será el estudio ecográfico bidimensional (2D) convencional. No obstante, en reproducción resulta muy útil la aplicación de ecografía tridimensional (3D), que aporta información adicional referente, entre otros aspectos, a:
- Estudio uterino aportando datos de la morfología uterina y de la cavidad endometrial. Permite la clasificación de las malformaciones uterinas, el estudio de los septos, miomas submucosos, localización de pólipos endometriales.
- Estudio ovárico permitiendo la captura del volumen ovárico que ayuda en el recuento automático de los folículos antrales.
En cuanto a la aplicación del Doppler también puede utilizarse para determinar el flujo vascular del estroma ovárico, el flujo perifolicular, siendo estos signos de ovulación.
No podemos olvidar también que en el estudio de la mujer infértil es de gran interés el estudio de las trompas. Este no siempre es fácil si estas no se encuentran dilatadas . No obstante, hay que tratar de seguir su trayecto y descartar que no se encuentren rellenas de líquido (hidrosálpinx/hematosálpinx) y por supuesto valorar si existe o no permeabilidad tubárica a través de la realización de la histerosonosalpingografía- HyCoSy con gel espumoso. Un método sencillo con pocas molestias para la paciente y que evita que la paciente se exponga a radiación. En la actualidad, el HyCoSy (2D/3D) se puede considerar de primera línea para el estudio de la permeabilidad tubárica por delante de la histerosalpingografía (HSG), técnica catalogada hasta la fecha como procedimiento de referencia.
Por todo esto, la ecografía se ha convertido en una herramienta fundamental en las unidades de reproducción asistida, ya que no solo va a permitir hacer un diagnóstico de la causa de infertilidad, sino que va a ser de gran utilidad durante la monitorización de los tratamientos, como por ejemplo viendo la respuesta de los ovarios a la estimulación ovárica durante los ciclos de inseminación artificial o FIV sin olvidar también que nos va a permitir hacer una correcta valoración del endometrio previo a programar la transferencia embrionaria.
Sin olvidarnos de que la ecografía está presente en el proceso de recuperación ovocitaria durante la punción folicular y en el proceso de la transferencia de embriones en el quirófano.
En resumen, la ecografía representa un recurso de gran valor diagnóstico en el campo de la fertilidad, además, es una técnica indolora, no peligrosa, que no tiene efectos secundarios, ya que no emplea radiación y sus resultados son inmediatos.
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