¿Qué sabemos del efecto del COVID-19 en la fertilidad de las mujeres?
Publicado el 25/11/2021
La información que conocemos sobre los efectos del virus en el ámbito reproductivo sigue siendo muy limitada; no se sabe y apenas se ha estudiado si los ovarios se ven afectados por el virus SARS-CoV-2. No se han realizado pruebas suficientes en pacientes tras su infección y su recuperación, de los posibles cambios en el ciclo menstrual, en la reserva ovárica y en las hormonas implicadas en la reproducción, por lo que apenas tenemos datos que demuestren la afectación de la función ovárica. Tampoco se conocen bien los efectos que pueda tener el virus sobre el embarazo, la transmisión madre-hijo, la transmisión sexual y la fertilidad masculina.
Cabría pensar que la infección por COVID-19, dada la presencia de receptores del virus SARS-CoV-2 en el ovario, podría afectar a la reserva ovárica, la cual indica la cantidad de los óvulos de los que dispone una mujer y, por tanto, es uno de los indicadores para valorar la fertilidad femenina. En este caso existen resultados contradictorios en investigaciones con mujeres que habían pasado la enfermedad ya que, mientras en uno realizado en España no se mostró afectación alguna, en otro desarrollado en China se observaron lesiones ováricas, incluida la disminución de la reserva ovárica y alteraciones en la función ovárica.
Estudios sobre los efectos del COVID-19 en la fertilidad
Hay algún estudio observacional que ha mostrado efectos en la menstruación y en la prolongación del ciclo menstrual, así como una disminución del volumen de sangrado mientras duró la infección por el SARS-CoV-2. Y se ha realizado un estudio de revisión que ha sido publicado en la prestigiosa revista British Medical Journal, titulado Impact of COVID-19 on female fertility: a systematic review and meta-analysis protocol, donde se señala la evidencia de que el SARS-CoV-2 podría afectar la fertilidad femenina y alterar las funciones reproductivas femeninas dado que el SARS-CoV2 se une a receptores que están muy presentes en los ovarios, útero, vagina y placenta. Se ha visto que podría afectar a la formación de folículos, a la ovulación y a la regulación de las funciones del cuerpo lúteo e incluso al crecimiento del endometrio. Dada la escala de la pandemia de COVID-19, parece haber una disminución potencial en la fertilidad. Además se han observado problemas de salud sexual y reproductiva debido a la pandemia y a las medidas de contención relacionadas.
Respecto a la fertilidad masculina, también se ha observado que podría generar efectos directos en los espermatozoides por la presencia de una inflamación testicular y también indirectos debido al estrés, ansiedad y depresión secundarios. Aunque, todo esto todavía es necesario contrastarlo en futuros estudios.
¿Y las vacunas frente al COVID, pueden afectar a la fertilidad?
Recientemente se han publicado estudios que demuestran, a día de hoy, que la vacuna del SARS-COV-2 no provoca un aumento del riesgo de aborto en mujeres vacunadas ni en aquellas que hayan pasado la enfermedad y hayan obtenido una respuesta inmune.
De hecho, la Comisión de Salud Pública recomienda la vacuna en embarazadas, ya que se evitan las posibles complicaciones, especialmente si existen factores de mayor riesgo como pueden ser obesidad, edad mayor de 35 años, hipertensión arterial, diabetes o preeclampsia. También indican que no existe contraindicación para la vacunación frente a la COVID-19 en ningún trimestre del embarazo, así como que se debe facilitar que las mujeres embarazadas lleguen completamente vacunadas al periodo de máximo riesgo de complicaciones en caso de infección por COVID-19 (finales del 2.º trimestre y 3.º trimestre del embarazo).
Igualmente, se debe priorizar la vacunación de las mujeres embarazadas, al ser un colectivo de mayor riesgo frente a la COVID- 19, mediante estrategias de captación específicas para mujeres embarazadas
A día de hoy, no existe evidencia científica de que alguna de las vacunas pueda afectar la fertilidad, tanto de mujeres como de hombres.
En caso de vacunarse durante el tratamiento de fertilidad, se deberían tener en consideración los efectos secundarios propios de la vacuna en los días posteriores, para decidir cuándo es el mejor momento para vacunarse.
Por tanto, resulta prioritario protegerse de la infección viral tanto por sus consecuencias inmediatas (infección aguda) como por las secuelas a largo plazo (long Covid). Esta recomendación, que afectaría a toda la población, es más importante si cabe en parejas que se estén planteando tener un hijo o se encuentren ya inmersas en un tratamiento de fertilidad.
Hasta el momento, la forma más adecuada de protegerse es la vacunación, que ha demostrado ser el método más seguro y eficaz.