Sangrado de implantación: qué es y cuándo se produce

Publicado el 02/09/2021

Actualizado el  01/09/2022.

El sangrado tras la implantación es un proceso natural que puede aparecer una o dos semanas después de la fecundación del óvulo (en un embarazo natural o en una inseminación artificial) o después de la transferencia embrionaria en el caso de una fecundación in vitro.

Se trata de un manchado leve que puede confundirse con una menstruación adelantada y generar frustración o alarma injustificada cuando se está buscando el embarazo. Sin embargo, significa todo lo contrario: el embrión se está implantando correctamente en el endometrio.

Debido a que es un momento que genera preocupación entre las futuras madres, vamos a explicar qué es y por qué se produce ese sangrado de implantación, así como la forma de diferenciarlo del sangrado por la regla.

 

¿Qué es el sangrado de implantación?

El sangrado de implantación es una hemorragia escasa, en cantidad menor a una menstruación. La duración del sangrado puede ser de unas pocas horas o, en ocasiones prolongarse durante varios días como un sangrado leve o intermitente.

Este sangrado no se asocia a un peor pronóstico de la gestación ni implica una amenaza de aborto ni una gestación ectópica.

 

¿Por qué sucede el sangrado de implantación?

Para entender mejor por qué sucede el sangrado tras la  implantación, primero debemos conocer cómo se produce la implantación.

¿Cómo es el proceso de la implantación?

La implantación es el proceso en el que el embrión se adhiere al endometrio, y si el proceso transcurre con normalidad, en ese momento se inicia el embarazo.

A partir de este momento es cuando se empieza a secretar la hormona del embarazo (La Beta- hCG) por parte de la mujer. Una semana después podemos determinarla en sangre para poder confirmar la gestación.

La magia de la fecundación se inicia cuando el óvulo recibe al espermatozoide y forman el cigoto, comienza el proceso de división celular que dará lugar al embrión.

A partir de este momento el embrión inicia un viaje desde las trompas de Falopio hasta el útero, donde se produce la implantación.

Este proceso tiene una duración de entre seis y diez días una vez que se ha producido la fecundación.

El endometrio es una zona altamente vascularizada. Es fácil entender por qué: su misión es asegurar que el embrión y, posteriormente, el feto, reciban todo el oxígeno y nutrientes a lo largo de toda la gestación.

Una vez adherido a la pared del endometrio, el embrión penetra en el epitelio uterino y conecta con el sistema circulatorio de la madre.

A partir de ahí se formarán nuevos vasos sanguíneos para alimentar la placenta y el cordón umbilical. Por este motivo, debido a la propia implantación, se pueden romper algunos de estos vasos, provocando la pérdida de sangre y dando lugar a este sangrado de implantación.

 

Sangrado de implantación: ¿Cómo se diferencia de una menstruación?

El sangrado de implantación sucede entre 10-14 días después de la fecundación, lo que sumado al tiempo que transcurre desde la última menstruación hasta una nueva ovulación hace que el sangrado de implantación pueda coincidir con el momento en que deberíamos tener la siguiente menstruación.

Por ello es fácil que muchas mujeres confundan este sangrado con una regla.

 

Las principales diferencias con una menstruación son las siguientes:

  1. Se trata de un sangrado escaso y de menor duración a una menstruación normal. Sin coágulos.
  2. En algunas mujeres el sangrado puede durar 24-48 horas, mientras que en otras es un sangrado puntual de horas e incluso minutos, que no se repite en ningún otro momento.
  3. El aspecto es diferente a la menstruación normal. Puede ser rosado suave o de color oscuro, similar al final de la regla. Si nos encontramos con un sangrado rojo intenso, lo más probable es que no sea el sangrado de implantación.
  4. El sangrado de implantación no debe ser doloroso. Puede ser que aparezcan molestias leves tipo cólico en el bajo vientre, similares a las molestias propias de la menstruación, pero nunca dolor intenso, mantenido o que va en aumento o malestar general.
  5. Se trata de un proceso fisiológico e inocuo, tanto para la madre como para el bebé.

¿Qué debo hacer si se produce este sangrado?

No hay motivo para alarmarse ni tomar ninguna medida adicional. No obstante, en caso de duda es recomendable consultar con tu ginecólogo. Será quien podrá confirmar si se trata de un sangrado asociado a la implantación del embrión o no.

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