¿Por qué congelar tus óvulos antes de los 30?
Publicado el 13/09/2021
Congelar los óvulos antes de los 30 no suele estar en la hoja de ruta de una mujer desde niña. En cambio, desde muy joven suele tener claras sus aspiraciones laborales, sus deseos de viajar, de vivir en otra ciudad o incluso de tener pareja estable o no tenerla. En algún momento seguramente también se plantee si desea o no tener hijos.
De esta lista no todos los proyectos tienen la misma relevancia ni se ejecutan al mismo tiempo. En 2021, la mujer de 30 prioriza su ‘yo’: su carrera, su tiempo libre, sus amigos y su estabilidad en pareja en caso de tenerla. No le cierra la puerta a la maternidad, pero no la ve inminente. A veces, ni siquiera es un objetivo claro en su agenda.
Sin embargo, la naturaleza no espera. Y en este sentido, congelar los óvulos permite atender antes otras prioridades en el presente sin renunciar a la posibilidad de ser mamá en un futuro.
¿Por qué las españolas cada vez tienen hijos más tarde?
En 1975 las españolas tenían su primer hijo a los 25 años. En 2019, a los 31. Este retraso en la maternidad se explica por varias razones:
- La mujer prioriza su formación. No basta con cursar una carrera superior. Busca un posgrado, proyectos de investigación, becas en el extranjero… Avanzar en lo profesional rara vez sucede antes de los 30.
- El encarecimiento de la vivienda afecta negativamente a la edad para tener el primer hijo. La probabilidad de tener descendencia entre quienes tienen una casa en propiedad es del 31%, frente al 8% de quienes viven de alquiler.
- Se le otorga una alta importancia a la vida social (reuniones con amigos, deporte, viajes…).
- La mujer desea consolidar la vida en pareja y disfrutarla antes de ser madre.
- La maternidad se entiende como una decisión responsable. Los hijos requieren tiempo y medios. Y a los 30 es difícil que esas dos condiciones se produzcan sin renuncias en la autonomía personal o en los recursos que se van a proporcionar al bebé.
- La maternidad se ha desmitificado. No se descarta la idea de tener hijos, pero puede ser rondando los 40 años. Tal vez incluso nunca suceda por decisión propia. La periodista María Fernández Miranda se refiere a ellas como ‘las no madres’.
¿Hasta cuándo se puede retrasar el embarazo con seguridad?
En 1900 la esperanza media de vida en España era de 34 años. En 2019 llegaba a los 84 años. Ahora se vive más y con más calidad de vida debido a una mejor alimentación, a hábitos más saludables y a las mejoras de la medicina. A los 35 años una mujer se considera joven en términos de salud.
Sin embargo, su fertilidad desde el punto de vista biológico empieza a declinar a partir de los 32-35 años y se acelera pasados los 37-40 . Son dos las razones explican este proceso. La primera es la reducción de la reserva ovárica: cada mujer nace con un número determinado de óvulos en los ovarios, que irán madurando en cada ciclo menstrualY ,paralelamente, se produce un empeoramiento de la calidad de los óvulos que aún permanecen en los ovarios sin madurar.
Cada año que pasa resulta más difícil quedarse embarazada de forma natural y crece la incidencia de anomalías cromosómicas en el feto. Por eso, congelar los óvulos antes de los 30 permite preservarlos con todo su potencial reproductor y ofrece a la mujer la posibilidad de seguir con su vida durante unos años y decidir cuándo desea ser madre. Es también la alternativa para preservar la fertilidad antes de un tratamiento médico que pudiera afectarla negativamente, como la radioterapia o la quimioterapia.
¿En qué consiste congelar los óvulos?
Se trata de un proceso clínico muy sencillo por el cual se extraen los óvulos y conservan a temperaturas bajo cero a la espera de ser fecundados cuando la mujer decida ser madre y poder transferir al útero los embriones resultantes de la fecundación.
Es uno de los grandes hitos dentro de la reproducción asistida.
Para congelar los óvulos existen varias técnicas. La más avanzada es la vitrificación: bajar la temperatura de los óvulos de forma ultra rápida (a 23.000 grados por minuto) de 220C a -1960C. Este súbito descenso impide que se formen cristales de hielo en el interior de los óvulos, un hecho que podría malograrlos de cara a su posterior fecundación.
Una vez vitrificados, se conservan en nitrógeno líquido en un laboratorio, perfectamente identificados mediante el sistema IVF Patrol, hasta su fecundación. Para eso solo habrá que descongelarlos, fecundarlos con semen de la pareja masculina o de un donante anónimo y transferirlos al útero de la madre. También puede suceder que la mujer decida que no quiere ser madre o que lo sea por medios naturales.
El porcentaje de éxito de esta técnica es muy alto. En Ginefiv llevamos realizando la vitrificación de óvulos desde 2006 con excelentes resultados. Siempre con la máxima profesionalidad y discreción en cuanto a las razones de cada mujer para congelar sus óvulos.
¿Tienes menos de 30 años y quieres saber más acerca de cómo congelar tus óvulos?