Reproducción asistida: técnicas y tratamientos

La inseminación artificial es una de las técnicas más utilizadas en reproducción asistida por su efectividad y sencillez. Aquí te explicaremos de forma sencilla en qué consiste y resolveremos aquellas dudas que te puedan surgir para ayudarte a llevar a cabo tu proyecto familiar.

La fecundación in vitro (también denominada FIV por sus iniciales) es una técnica de reproducción asistida que requiere experiencia y tecnología, como la que te ofrece Ginefiv, una clínica pionera en el tratamiento de la esterilidad e infertilidad en España, que durante más de 35 años ha ayudado a miles de mujeres a conseguir su embarazo.

Ahora en Ginefiv te ofrecemos dos nuevos programas de ovodonación con altas garantías de éxito, diseñados para adaptarse mejor que nunca a tu caso particular.

El método ROPA (acrónimo de Recepción de Óvulos de la Pareja), también llamado Maternidad Compartida, es una alternativa cada vez más demandada por las parejas de mujeres, ya que permite que ambas mujeres participen activamente en el proceso como madres: la primera como madre genética, al aportar el óvulo, y la segunda como madre gestante, al gestar en su vientre al bebé.

La recepción de embriones consiste en transferir al útero de la paciente embriones procedentes de parejas que, tras haber sido sometidas a algún tratamiento de reproducción asistida y en la mayoría de los casos haber conseguido la tan ansiada descendencia, deciden donar de manera anónima los embriones sobrantes para que otra pareja o mujer receptora pueda lograr una gestación.

Gracias a la tecnología Fertile® y a su capacidad para recuperar los espermatozoides que tienen mejores características fisiológicas, los pacientes pueden ver mejoradas sus posibilidades de ser padres con sus propios gametos.

La Microinyección Espermática Intracitoplasmática (ICSI) ha supuesto un gran avance respecto a la fecundación in vitro convencional. Con una tecnología más compleja, la ICSI permite lograr altas tasas de fecundación incluso en los casos en los que se trabaja con muestras de semen de baja calidad, con las que en condiciones normales no sería posible realizar una fecundación in vitro normal.

El IMSI (Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides Seleccionados Morfológicamente) es una técnica de reproducción asistida que permite seleccionar aquellos espermatozoides sin defectos o con menos alteraciones para llevar a cabo la ICSI, incrementando las tasas de implantación y embarazo.

El incubador con tecnología time-lapse Embryoscope es un sistema avanzado de incubación que lleva incorporado un sofisticado procedimiento de captación de imágenes, gracias al cual podemos observar la evolución de los embriones fertilizados en el laboratorio de fecundación in vitro, desde el mismo momento en que se produce la fertilización hasta su transferencia al útero materno, sin tener que sacarlos del incubador para su chequeo.

MACS es una técnica de selección celular inmunomagnética que permite separar, a través de columnas de anexina, los espermatozoides sanos y óptimos para la fertilización del óvulo. Por eso MACS es un proceso especialmente indicado en casos de infertilidad masculina, tanto en tratamientos de fecundación in vitro como de inseminación artificial, mejorando la tasa de fecundación hasta en un 13%.

El seminograma, también denominado espermiograma, es la prueba diagnóstica para evaluar la fertilidad masculina más empleada por los centros de reproducción asistida antes de cualquier tratamiento. Consiste en analizar una muestra de semen tanto cualitativa como cuantitativamente a nivel macroscópico y microscópico.

El test de supervivencia espermática o capacitación espermática es, junto con el seminograma, una de las pruebas diagnósticas rutinarias para el diagnóstico de la infertilidad masculina.

El análisis del eyaculado mediante FISH nos permitirá determinar los niveles de espermatozoides con dotación cromosómica anómala y valorar si superan o no los límites de normalidad.

Con el test de receptividad endometrial se determina si el endometrio es o no receptivo en un momento determinado del ciclo, mediante el análisis de una muestra de tejido endometrial.

La biopsia testicular consiste en la obtención de tejido testicular con el fin de intentar identificar, y congelar si fuera necesario, espermatozoides móviles que serán usados posteriormente en ciclos de ICSI (microinyección espermática).

El test de fragmentación del ADN espermático mide la integridad del material genético de una muestra de semen analizando las roturas o lesiones en las cadenas de ADN de los espermatozoides debido a alteraciones de tipo ambiental.

Los PGT (Diagnóstico Genético Preimplantacional) son métodos de prevención primaria, que permiten anticipar la detección de alteraciones a nivel genético, tanto cromosómicas (PGT-A, PGT-SR) como génicas (PGT-M), en los embriones permitiendo así la selección de los embriones viables para su transferencia al útero.

Mediante los test de compatibilidad genética (de determinación de mutaciones) se puede identificar la presencia de mutaciones de carácter recesivo en pacientes asintomáticos, lo que permitiría conocer el riesgo de transmisión a la siguiente generación así como la asignación de donantes idóneos en aquellos tratamientos en los que sea necesaria la participación de un donante de gametos.

Gracias a los avances en la preservación de la fertilidad hoy en día es posible que todas aquellas mujeres que lo deseen -o que lo necesiten por indicación médica- puedan postergar el momento de ser madres mediante la vitrificación de sus óvulos.

La criopreservación o congelación de semen es una técnica de preservación de la fertilidad masculina consistente en la conservación de una muestra seminal para su uso en un futuro posterior en un tratamiento de fertilidad.

Para ayudarte en estos momentos difíciles y lograr que el estrés afecte lo menos posible al tratamiento de reproducción asistida, ponemos a tu disposición la unidad de psicología de la fertilidad. Orientación y acompañamiento durante todo el proceso.